Aunque Marilyn lo cantara muy convincentemente, me temo que los diamantes no son el mejor amigo de una chica. No obstante, no andaba muy desencaminada buscándolo entre minerales. Resulta que ese mejor amigo lo encontré yo hace unos meses, y me tiene tan absorbida que escribir aquí ha bajado ya demasiado en mi lista de prioridades.
Probablemente así seguirá durante bastante tiempo, así que sirva este post como un hasta luego oficial para una gran temporada. Hay que despedirse, nunca he sido muy fan de las bombas de humo*.
Sigo satisfaciendo mis ocasionales impulsos exhibicionistas en Twitter, Flickr e Instagram.
*A menos claro que tus borrachos amigos con la razón nublada se dispongan a pagar para acceder a un antro decadente a las 5 de la mañana donde sabes que no ocurrirá nada bueno.
Keep Ruby weird!