El año pasado estuvimos en Bilbao pero este puente de la Constitución el exceso de trabajo y otros problemillas nos han mantenido en Madrid. Hay tanta gente que apenas se puede andar por la calle, todas las tiendas están abiertas y las fechas son perfectas para comprar regalitos de Navidad. Nosotros hemos aprovechado para ir a visitar mercadillos y tiendas pop-up que son una pasada.
Madrid in Love
Ya estuve en la edición de verano en junio con Jorge y nos encantó que podías hacer fotos bonitas casi disparando la cámara aleatoriamente. He de admitir que la edición de invierno la supera, con un garaje del barrio de Salamanca transformado a base de luces y lindos tesosoros recopilados de aquí y allá: muñecas, ropa y accesorios infantiles de Thanks Mum, jabones de Olivia, flores de Sally L. Hambleton… Y con bizochos y panettones calentitos traídos por Gourmetilo. Una preciosidad.

The Apartment
Lo cool entre lo cool, una casa llena de objetos de algunas de las marcas y tiendas más chulas que se me ocurren: las bicis y accesorios de In Bicycle We Trust los vinos de The Flying Cow, los estampados de Mi clo y las cositas retro de Real Fábrica Española. Para acompañar tienen los cafés de Toma Café. Y podría seguir enumerándolas todas porque la selección de cosas geniales en este apartamento de Alonso Martínez es increíble. Cada una de las habitaciones, desde el baño hasta la despensa pasando por el salón son una pasada.


Está organizada por Better y abierta del 6 de diciembre al 6 de enero de 11:00 a 21:00, en Alonso Martínez, 2–1ºIzq. Os aseguro que merece muchísimo la pena acercarse y llamar al timbre. Es como entrar en el sitio secreto más cool de la ciudad.
Beefeater London Market
Lo mejor de este London Market creo que ha sido el sitio donde estaba, la galería de cristal del Palacio de Cibeles. El mercadillo en sí, muy British, no merecía tanto la pena a menos que te guste patinar sobre hielo o seas un gran fan de la ginebra Beefeater, porque había una pista con azafatas vestidas de mimo y música de Love Actually que molaba y una barra de gin tonics abierta todo el día. Los puestos habían salido de una recopilación de sitios de Camden, Spitalfields o Brick Lane con cosas chulis, pero lo cierto es que en Madrid hay cosas mucho más bonitas que las que vendían. Además en mi opinión, lo más mejor de los mercadillos londinenses son los puestos de comida. Pero supongo que eso es más complicadillo de traer.

El Mercado de San Fernando
Este es un poco diferente al resto de sitios de este post. No es efímero si no que está en el barrio de Lavapiés para quedarse. Es un antiguo mercado de abastos que tuvo la suerte de ser rescatado de un estado de abandono por un grupo de jóvenes emprendedores y que ahora es el mercado de abastos más guayísimo en el que he estado (aunque el de Antón Martín viene pisando fuerte). Sus puestos lo dicen todo: la frutería ecológica La Repera donde hacen unos zumos que están de muerte, una Fruslería llena de cosas bonitas, cerveza artesana en La Buena Pinta, vinos y aceites en La Siempre Llena, cosas recicladas y accesorios de bici en Maniobras Reciclantes y mi favorito, La Casquería, donde venden libros al peso. ¡Viva Lavapiés!


Tuppermix
Los espacios de coworking están apareciendo como setas en Madrid, y uno bastante chulo es Espíritu 23 en Malasaña. Los murales y pinturas de sus paredes por Ricardo Cavolo llaman la atención en cuanto pasas por delante. El sábado organizaron un bazar indie Tuppermix con desfiles, catering y cursos de automaquillaje que utilizamos como excusa para viistar el lugar, aunque luego nos tuviéramos que conformar con el sótano.

Y esto es todo con respecto al puente, pero la cosa no acaba aquí. El fin de semana que viene tiene lugar la edición de Navidad del Nómada Market, para mí el mercadillo estrella de la ciudad, y del 20 al 23 de diciembre la edición navideña del Dosde Market. Ya os hablé sobre ellos aquí. Con todo esto no hay quien eche de menos de Londres :)
Pero si parece que hemos ido juntas a hacer las mismas fotos en los mismos sitios ;-) seguro que nos andamos cruzando cada dos por tres sin enterarnos. Algún día habría que quedar deliberadamente a tomar un buen café ;-)
Un abrazo!
¡Ohh, eso sería genial! Además, creo que conocemos unos cuantos sitios bastante recomendables a donde ir a por ese café :D
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